domingo, 14 de febrero de 2016

Del amor


 Encounter in Space (1898), Edvard Munch.

A veces el amor es padre. A veces al amor le nacen hijos. Tanto da bastardos como legítimos. Es principio del amor la promiscuidad del alma. Fecunda incluso la idea de amar.

martes, 9 de febrero de 2016

Una noche con Bukowski






La noche era violenta de tan roja
víctima o verdugo no se sabe
pero las noches son rojas aquí
una bóveda de nubes
cierne la lluvia y descarga la tormenta
y se abre las venas y arroja a sus perros
sobre esta ciudad de fantasmas
porque no se ve un alma
paseando
la gente no tiene ganas de búsquedas
son todos espíritus enclenques
no tienen la constitución del junco
hasta los pájaros
de frágiles huesos
saben volar sin caer
en las fauces del viento
yo me digo: soy valiente
el viento me devuelve al viento
alma de pájaro
saco mi cara por la ventana
la suspendo a veinte metros de altura
la caída me tienta
pero me quiero como se quiso Bukowski:
«sentí un extraño cariño por mi cuerpo,
por mi vida,
a pesar de sus cicatrices
y marcas,
me pertenecían»
y el viento me corta las mejillas
los lobos que han aullado en el viento
toda esta noche
me han mordido los carrillos
y es una buena noche
roja y violenta y desocupada
me hago compañía imaginando
almas perdidas
¿qué les diría?
pruebo a ver:
¿cómo es la muerte?
y responde el silencio
y sé que responderían lo mismo
aunque yo escuchase
y ellos hablasen
el viento sacude los cimientos
del edificio que me eleva tan alto
que la ciudad se ve maravillosa
desde aquí
aunque esté mojada, sola
y azotada por el viento
el viento entra
todas las ventanas están cerradas
pero el viento entra igual
y lo hace sonar todo
cruje los huesos de los viejos
aquí donde todo es viejo
y me hago compañía imaginando
almas perdidas
me repliego en mi habitación
les cedo el resto de la casa
para sus juegos nocturnos
niños al recreo
digo a los que no duermen por estar muertos
y yo me hago compañía muy bien
abro un libro de Bukowski
y su verdad me hace incisiones en la piel
de tan aguda y afilada
corta porque es contenido
prescindiendo de forma.
Bukowski, Bukowski.
¿si te invoco bajo qué identidad vendrás?
un violador, un santo
un asesino, un asaltante de bancos,
un monje, un ermitaño
un hijo de puta.
¿Te permitirás beber como para no poder
arrastrarte los siete pisos
hasta mi cama
dónde te espero?
Tienes razón:
los desgraciados son aún más desgraciados
por querer ser gente de éxito
como todo el mundo.
La gente que en lo más profundo
es como todo el mundo
no es más que mierda de tercera categoría,
alejada tres grados de la verdad verdadera,
porque son una cosa queriendo ser otra
que en realidad no es sino una construcción social
ajena a la naturaleza del hombre
que en todo caso es lo más parecido
a la verdad.
Bukowski, déjame decírtelo
una vez:
eres poeta, que es lo mismo que ser profeta
sin más instrumento que la palabra
que no vale dinero
y no compra en este mundo.