miércoles, 23 de septiembre de 2015

Ante una nada por esculpir (pensamientos aleatorios)


Créditos de la foto (click) 
Autor: Ines Rehberger
Fuente: Flickr



Hace ya tiempo que nada deja huella en mí. Se ha secado el hormigón que constituye mi memoria más querida, y ya nadie puede grabarse en ella. Preservo alguna que otra bala incrustada tan hondo que nadie podría salvarme aunque se lo propusiera. La herida no asoma a la superficie. Pero. Pero una fina telaraña de fisuras va abriendo cauces a grietas mortales. Cuándo me descompondré. Esa es una cuestión que no puede delegarse en la Esperanza. No tiene hacer aquí, en mí.

*

Os contaré un secreto: nunca pasará nada si no te quedas el tiempo suficiente. La ventana de tu cuarto será un marco al cielo ceniciento, surcado de nubes que parecen caladas del cigarro de Dios, y estará mudo y vacío si no lo consideras escenario de la vida, si no esperas paciente la interpretación de la naturaleza. Ah. He aquí tu recompensa: una magnífica cigüeña enseñándote a volar, con las alas tan quietas como un crucifijo fijado en la pared. 

*

Me pregunto qué virtud les merece a los insomnes la santidad de un aura dorada, incandescente.

*

Me fascina la escenografía en descomposición de la niebla.

*

Hoy, el cielo acompaña.





No hay comentarios:

Publicar un comentario